Me llamo Snow y soy un gatito sordo de nacimiento; motivo por el que me quisieron sacrificar con sólo 9 meses.

Como gato soy muy sociable y cariñoso… aunque tengo algunas características especiales, pues, como no puedo oír, me asustaré si te acercas sin que te vea.

Ahora estoy en una casa de acogida donde vivo con otros gatos y perros; me gusta mucho jugar con ellos y hacer como que nos peleamos pero nos llevamos muy bien y nos hemos hecho buenos amigos.